Cuando queremos hacer un cambio de color en la casa, buscamos ideas en Pinterest para inspirarnos y poder decidirnos. Y algunas veces tomamos decisiones como lo hacíamos de niños con simplemente pintar el color que nos gustó y éramos felices por poder rodearnos de ese color a pesar de que era demasiado (ese fucsia o verde rana en las cuatro paredes).
La verdad es que el color juega un papel importante en cómo nos hace sentir a la larga, y comprar los galones de pintura a corazonada, no siempre nos ofrece el resultado que esperábamos. Aunque sea algo sencillo, pintar es algo que se puede planificar.
pASO A PASO
1. Busca inspiraciones o referencias, esto te da una idea al tipo de sensaciones que quisieras lograr, a través de la paleta de colores utilizada.
2. Visita a la tienda de pintura y busca muestras de sus cartas de colores que te interesan. Dependiendo de la tienda, a veces los personales que trabajan ahí pueden asistirte si vas con tus referencias.
Si estás indecisa con varias opciones, llévate las cartas de colores a casa, pégalas sobre la pared que vas a pintar. Si la pared no es blanca, pega primero una hoja, y después las cartas. Observa cuál o cuáles te gustaron, tanto en la mañana como en la noche, porque dependiendo del tipo de iluminación que tengas, el tono cambia.
3. Vuelve a la tienda, déjales saber que vas a hacer una prueba de colores para que te la preparen en la cantidad mínima. Compra también adhesivo y brocha ahí mismo.
4. Con el adhesivo haces un cuadrante en la pared que lleva el color, y la pintas. Espera a que seque para pintarla de nuevo. Cuando seque, retiras el adhesivo y confirmas si te gusta como se ve y siente, para comprar la cantidad requerida.
En caso de que no... como me ha pasado. Puedes repetir el proceso y te vas con la paz mental de que te ahorraste el dinero de comprar mucha pintura que no te iba a gustar jaja.
Comparte si este sencillo tip pueda servirle a alguien más.
Comments